Buenos días.

La cuestión sobre si el valor público se crea en la acción o en el beneficio puede ser vista partiendo del hecho de que no deberíamos realizar ninguna acción que en último término no genere un beneficio, y que este sea percibido como tal por la población meta. Parto de la acción para lograr un efecto. Si lo vemos desde este punto de vista, la reflexión nos llevaría nuevamente al concepto de planificación, la cual debe a su vez responder a una necesidad que ha sido identificada y de alguna forma validada -no sólo por el “ojímetro” sino por algún mecanismo más “sólido”-.

El macroproceso debería contribuir a la generación de valor en la medida en que brinda un servicio de calidad, el cual deriva en la captación de recursos que son necesarios para desarrollar todos los demás bienes y servicios que debe suministrar un gobierno local.

En lo que respecta a la misión y la visión, aunque parezca “curioso” estas no suelen alinearse exactamente al macroprocesos. ¿Por qué?. Porque ambas son declaraciones de alto nivel y el macroproceso como tal es una declaración de conexión, lo que implica que en este último se operativiza la estrategia a través de la acción. Lo más probable seria encontrar un alto grado de alineación en la misión programática, sin que existe -por lo general- una visión programática que se desarrolle como contraparte.

En síntesis: la misión y la visión, al ser declaraciones de primer orden suelen estar “por encima” del macroproceso, es decir: abarcan muchos más aspectos que los incluidos en el macroproceso. En fin último de una administración tributaria, como hemos conversado previamente, es generar los recursos que le permitan a la organización alcanzar el fin último, asociado generalmente a la generación de bienestar de forma responsable y sostenible.

Saludos,