Buenas noches.

Concuerdo en la primer respuesta. Lo que más “duele” es la dificultad para generar esa consciencia de equipo, siendo en muchos casos la individualidad del departamento lo que se termina imponiendo.

En lo que respecta a los actores, ciertamente que en determinado momento uno puede ser más relevante que otro. Sin embargo, considerando que todos tienen expectativas distintas, me parece muy importante que tratemos de monitorear permanentemente sus necesidades, siendo este el mecanismo adecuado para garantizar que lo que hacemos tiene sentido -genere valor-.

Finalmente, el no contar con una gestión por proceso es la regla en muchas de nuestras organizaciones, esto en parte porque la estructura funcional tradicional suele ser “impuesta” desde el momento de creación de la dependencia. Sin embargo, deberíamos introducir, al menos poco a poco, tendencias que han probado ser adecuadas para gestionar de mejor forma lo público. Ese será, sin duda, el reto de los próximos años.

Gracias por el aporte.

Saludos,