Esta primera unidad se enfoca en la identificación y priorización de proyectos, lo cual parte de un conocimiento adecuado de la realidad local y sus limitaciones, para luego formular alternativas que se concretan a través de proyectos, todo ello a partir de procesos de negociación con otros actores locales. 

Tener claridad sobre hacia dónde debe ir el Distrito y cuál es el futuro deseado, partiendo de un conocimiento preciso de la realidad existente, es fundamental para que todos y todas, enfoquen sus esfuerzos en un futuro mejor. Todos los distritos poseen limitaciones (económicas, sociales, ambientales), pero también cuentan con oportunidades y ventajas (recursos naturales, culturales, humanos, ubicación estratégica, etc.), reconocerlos es el primer paso, el siguiente es definir y priorizar los proyectos para atender los problemas o aprovechar las oportunidades.

Esta unidad es el punto de partida, pues asume que todos los proyectos deben contribuir al desarrollo humano local, mejorando con ello la calidad de vida de la mayor cantidad de personas. Es un proceso técnico (capacidad de análisis) y político (capacidad de negociación), y un ejercicio de transparencia también, porque no responde a intereses individuales sino colectivos.